miércoles, 19 de octubre de 2011

GOODBYE POWER

Para resucitar hay que saber morir, decir hasta acá nomás, que ya me bajo, que ya me harté de ver como la vida pasa y pesa, mientras tú estás detrás del escritorio poniendo letras.
Sin embargo esas pequeñas frases- de no más de dos líneas- tienen un poder mágico y desencadenante, que sin querer van conduciendo a una nación entera, bajo la óptica en la cual uno le va dando forma a determinados hechos.
Criterio puro, diria yo, de la pasión que siento de estar al mando, sin que nadie se entere.
Y es que para aquel que le gusta estar sentado en la bruma, la fama no le apetece. Es como ser un escritor negro y dejar que se pirateen todas tus ideas, por que al fin y al cabo te pagan por ellas.
Y todo el país desayunan con ellas, almuerzan con ellas y llegas a tu casa y tu familia te hablan maravillados de ellas.-"Si papá, ya lo sé, yo misma lo escribí"- les digo.
Pero realmente, ya el poder no lo es todo, y sientes que tienes un grillete atado a tu miserable ser, mientras ves mañanas consumirse bajo el stress y la manipulación mediática, y solo quieres ponerle un pare a todo y convertirte en millonaria diseñando cosas o pintando un cuadro.
En la guerra entre el poder y la imaginación, siempre pierde este último ante el factor dinero, pero tengo la absoluta convicción que es un buen tiempo para dejarme caer, por que ya no hay nada nuevo que aprender cuando tu mismo eres la cabeza.
Dicen que se trata de enamorarte de nuevo de tu trabajo, sin embargo, yo creo que aqui me bajo y con el pie derecho...por si las moscas....